Agosto de 2010 Por fin, la pandemia por el virus de la Gripe H1N1 está controlada
Desde el 11 de junio de 2009 día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la gripe A (H1N1) como pandemia, hasta la actualidad en que la pandemia está llegando a su fase final, el temor a unas consecuencias irreparables ha recorrido el mundo.
Algo más de un año y medio desde que se detectó, en el Estado Mejicano de Veracruz, el primer caso de lo que inicialmente se conoció como gripe porcina. Nadie esperaba que después de los dos primeros casos confirmados en EEUU entre el 11% y el 21% de la población mundial acabaría infectada por esta nueva cepa del virus de la gripe. Pero lo cierto es que en poco más de un año, el H1N1 ha dado la vuelta al mundo dejando un reguero de entre 150.000 y 575.000 muertes, que sin duda nunca podrán confirmarse con certeza.
Por suerte, la sintomatología de esta variante del virus de la gripe no ha sido especialmente agresiva, presentando la mayor parte de las personas que la han padecido una sintomatología similar a gripe normal: fiebre alta, tos seca, dolor de garganta, secreción nasal, dolores generalizados, fatiga, mareos, vómitos o diarrea.
A lo largo de estos meses las medidas preventivas han sido claves para limitar la transmisión. El lavado de manos, evitar el contacto con personas enfermas, evitar el propio contacto con boca nariz y ojos, la ventilación de los espacios cerrados y mantener cierta distancia social, son medidas que aún tendremos que tener en cuenta por algún tiempo en esta fase de remisión de la pandemia.
También los medicamentos Zanamivir y Oseltamivir han demostrado ser efectivos para un buen número de pacientes que han recibido tratamiento en situaciones clínicamente más complicadas.
Sin embargo, la pieza clave para clave resolver la pandemia, la herramienta de prevención por antonomasia ha sido la vacuna elaborada por el grupo farmacéutico Novartis, que se obtuvo para esta cepa el 12 de junio de 2009, con una parte de la financiación aportada por el propio gobierno de los EEUU. Tras un periodo de pruebas en seres humanos, y gracias a la experiencia adquirida previamente con otras vacunas similares, la OMS ratificó su seguridad y comenzó su distribución, consiguiendo rápidamente el descenso del número de personas susceptibles de infectarse por el H1N1.
Estos meses de evolución de la infección han puesto a prueba los sistemas de alerta temprana y seguimiento de buena parte de los países, con sus servicios de Salud Pública y Epidemiología trabajando sin descanso para realizar un seguimiento adecuado de la pandemia y sobre todo intentando anticipar los siguientes pasos en su evolución.
Para sus predicciones se han centrado en el modelo de evolución dinámica SIR un modelo que distribuye a la población, en su formulación más simple, en tres posibles compartimentos: población susceptible, población infectada y población resistente. El análisis de estos compartimentos a lo largo del tiempo, mediante tres sencillas ecuaciones diferenciales, nos permite representar una gráfica con la posible evolución de la población de cada uno de los compartimentos SIR.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1657-95342020000200009&script=sci_arttext&tlng=es
Una de las variables que inciden directamente en la previsión de la dinámica de la pandemia es el análisis continuado de la capacidad de las personas contagiadas de contagiar a otras personas. Es lo que se conoce como R0 o "Número Reproductivo Básico" que es el número promedio de casos nuevos que genera un caso dado a lo largo de un período infeccioso. Dicho en lenguaje más coloquial, es el cálculo de los contagios que puede generar una persona infectada en un momento dado.
Para explicar de forma sencilla la importancia de este parámetro, podemos decir que si el R0 es por ejemplo 2, significa que, en una población en la que todas las personas son sensibles y no se toman medidas que limiten el contagio, una persona infectada contagiará a 2 personas y estas a su vez a otras 2 y así sucesivamente propagándose la infección a gran velocidad.
Cuando en un momento determinado de la evolución R0 es menor que 1, esto es, cada persona infectada produce menos de una infección nueva, la epidemia entra en una fase de regresión puesto que cada generación de personas infectadas será más pequeña que la anterior hasta la desaparición de la enfermedad.
Aunque R0 es un parámetro teórico, nos ayuda a ver la evolución de la enfermedad con cierta perspectiva. Evidentemente R0 va cambiando a lo largo del tiempo por diferentes razones, por ejemplo la transmisibilidad del propio virus, la situación sociodemográfica de la población, la disminución de la población susceptible (medidas de aislamiento, vacunas), el incremento de la población resistente.
Esta evolución dinámica de la población susceptible a lo largo del tiempo, se percibe mejor con el Ritmo Reproductivo Efectivo, (Re o Rt) que representa el promedio de nuevas infecciones causadas por un solo individuo infectado en un momento dado en la población susceptible.
El Re es proporcional a R0 y a la cantidad de población susceptible, que va disminuyendo con el paso del tiempo. Cuando la fracción de la población resistente se encuentra en un determinado nivel por encima de la población susceptible, Re es menor que 1, se dice que se ha alcanzado la 'inmunidad de grupo'. Pero esto ya es otra historia...
Algunos ejemplos de R0 en diferentes enfermedades infecciosas comparados con la actual Pandemia por H1N1 se ven en la siguiente tabla
Por último, apuntar que R0 no es una medida muy precisa, aunque si se utiliza acompañado de otras variables epidemiológicas nos permite evaluar con perspectiva el brote y preparar medidas de salud pública para proteger a la población.
Como reflexión final al menos dos preguntas quedan en el aire:
¿Habremos aprendido algo de esta experiencia? ¿Estamos mejor preparados para una futura pandemia?
Veremos...
Información tomada de los siguientes enlaces:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia_de_gripe_A_(H1N1)_de_2009-2010
https://es.wikipedia.org/wiki/Ritmo_reproductivo_b%C3%A1sico
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6291769/
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6747576
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