2022(e)ko urtarrilaren 31(a), astelehena

Bioquímica de la vida cotidiana Tarea 7.1.- Envases



Vamos a por la quinta tarea de la asignatura, pensaba yo que no iba a salir de casa pero me estoy aficionando a la investigación en el Super... 

Hoy  he salido a la caza de los envases modernos, la tarea es buscar (y encontrar) un envase activo y un envase inteligente. La actividad y la inteligencia a los envases se les supone, no es real, o al menos no en el mismo sentido que la nuestra.


Para aclarar conceptos, he cogido de este artículo de Naukas algunas definiciones que me han parecido interesantes  y también se pueden encontrar definiciones de cada posibilidad en https://en.wikipedia.org/wiki/Active_packaging.


Los envases activos se caracterizan porque el propio envase participa  en la conservación del producto para alargar su vida útil. Normalmente a través de la adición de pequeñas bolsas que tienen como objetivo absorber elementos volátiles perjudiciales para la conservación del producto (O2, etileno), liberar compuestos que ayudan a su conservación (CO2, antimicrobianos,  antifúngicos) o controlar la humedad dentro del envase.


Estos elementos están cada vez más integrados en el propio envase y se pueden incorporar a la propia matriz del envase o incluso en forma de etiquetas adheridas al mismo.  De hecho es difícil reconocer para los no expertos que estamos delante de un envase de este tipo. Por ejemplo, aunque no lo parezcan, los envases de la foto siguiente permiten que frutas verduras y otros productos tengan un mayor vida útil gracias a sus características de envase activo.





https://www.sergiobarbeira.com/envases-activos-inteligentes/


Otro ejemplo de envases activos son los envases auto-calentables o auto-enfriables, que mediante una reacción química que desprende o absorbe calor consiguen el efecto deseado en el producto en el momento de activar esta reacción.  



Los envases inteligentes van un paso más allá y no sólo interaccionan con el producto, sino que interaccionan también con el entorno, por ejemplo con nuestro móviles, con los detectores en los cajeros, o incluso con carros inteligentes que van haciendo la cuenta a media que introducimos un envase.

 

Todos ellos disponen de elementos que facilitan la monitorización de la calidad de los productos, directa o indirectamente y ofrecen información útil tanto al consumidor o a los diferentes participantes en el recorrido desde su producción hasta la venta. Por ejemplo en la foto siguiente la pegatina adosada al propio envase cambia de color a medida que el producto va perdiendo frescura.





Este tipo de etiquetado también puede indicar cambios de temperatura que alerta de una mala conservación de la cadena del frío, cambiando color irreversiblemente cuando se pasa un determinado umbral de temperatura.


Otras tecnología que convierten a un envase en inteligente pueden ser los códigos QR que añaden información rápida sobre el producto o la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) que pueden transmitir información del producto de forma rápida y segura. A continuación un par de ejemplos, un código QR en un envase de leche y una etiqueta RFID lista para pegar en un envase.







Un esquema muy interesante de todas las alternativas del nuevo envasado lo he encontrado en la web del Centro Tecnológico AITIIP, y la verdad es que las posibilidades son muchas y muy interesantes. 



 

Lo cierto es que las nuevas tecnologías de envasado pueden aportar mucha información a quienes consumimos estos productos, pueden mejorar la conservación de productos perecederos y aportar transparencia a la cadena de producción y distribución de alimentos.  Pero por otro lado plantean también algunos problemas de reciclado de estos nuevos envases. Ahora que nos habíamos acostumbrado a separar los envases tradicionales por sus características la industria del envasado debería hacer un esfuerzo para generar menos residuos. 


Por ejemplo, ¿De verdad alguien piensa que esto tiene sentido aunque el envase sea activo o inteligente?

 

¿De verdad toda esta nueva tendencia en el envasado aporta algo necesario a consumidores en general?¿No serán sólo un divertimento o una curiosidad práctica de la tecnología? Algo así como “lo hacemos porque se puede hacer” o una estrategia comercial para "generar necesidades innecesarias”

Porque claro, ahora nos tenemos que debatir entre envases activos e inteligentes y la compra sin envases, la compra a granel, los supermercados en los que uno se lleva el envase como este de la foto.




Pues eso, una nueva disyuntiva que tendremos que resolver…¿ir a la compra con mi propio “tartera” o llevar el lector de RFID…? Suerte con la decisión




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